El cardenal secretario de estado Tarcisio Bertone aprobó los nuevos estatutos y el reglamento que gobiernan Caritas Internacional, la organización que agupa 164 agencias nacionales católicas de ayuda y desarrollo. Benedicto XVI aprobó estos estatutos de forma específica el pasado 27 de abril.
El presidente de Caritas Internacional, el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, recibió los nuevos estatutos y reglamento y un decreto general durante una reunión matinal en el Vaticano este 2 de mayo.
"Este es un día de alegría y esperanza para Caritas Internacional”, dijo el cardenal Rodríguez Maradiaga. “Nuestros nuevos estatutos y reglamento modernizarán nuestro trabajo en proporcionar asistencia humanitaria y desarrollo al servicio de los pobres. Nos proporcionarán el marco para llevar a cabo nuestro trabajo, como parte de la misión de la Iglesia".
La revisión de los estatutos y reglamento empezó en 2007. Han sido actualizados para reflejar el estatus canónico legal que Juan Pablo II concedió a Caritas Internacional en 2004.
El secretario general de Caritas Internacional, Michel Roy, afirmó: "Nuestra inmensa gratitud al papa Benedicto por conceder estos nuevos estatutos y reglamento y al staff de la Santa Sede que ha trabajado con nosotros a través de un largo proceso. Estos nuevos estatutos y reglamento clarifican que Caritas Internacional es una organización a la vez al servicio de los miembros de la confederación y de la Santa Sede".
Entre otras características de los nuevos estatutos, el decreto aclara la competencia de los principales dicasterios de referencia. A ese respecto se refuerza, ante todo, el papel del Pontificio Consejo Cor Unum, que sigue la actividad institucional de Caritas Internationalis y es responsable de la aprobación de sus textos de contenido doctrinal o moral.
Asimismo establece la nómina pontificia de al menos tres miembros en el Consejo Ejecutivo, lo que permitirá al Sumo Pontífice la designación de personas de comprobada competencia específica, particularmente las procedentes de regiones pobres o que merecen una atención privilegiada.
No obstante, se mantiene en vigor que la mayoría de los miembros sea propuesta por las Caritas nacionales, de las que depende la responsabilidad del gobierno del importante organismo de la Confederación.
Por último, prevé la presencia de un asistente eclesiástico y de una Comisión de Asistencia, al tiempo que reafirma el principio general de vigencia de la normativa canónica y vaticana de relieve para cuantos están empleados en los entes situados en la Ciudad del Vaticano y vinculados institucionalmente con la Santa Sede.
Para monseñor Osvaldo Neves, Caritas Internationalis, en sus 61 años de vida, ha sido siempre “una herramienta privilegiada de la caridad” de la Iglesia.