Antonio María Rouco Varela, Teología y Derecho
Ediciones Cristiandad, 2003
Aparece de nuevo este volumen con algunas de las más significativas aportaciones del hoy cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Es, quizá, el tema dominante en sus páginas, la superación del cuestionamiento de la naturaleza y estatuto del Derecho Canónico en la vida de la Iglesia, entre otros temas actuales y relevantes. La coincidencia en la publicación, en estos dos últimos años, de la edición española de la tesis doctoral del entonces profesor Rouco Varela y la aparición ahora de esta miscelánea de artículos científicos de su pensamiento más granado supone un notable esfuerzo por acercarnos el originario sustrato teológico y canónico del Cardenal de Madrid.
Quien desee conocer la raíz del pensamiento teológico y canónico, y también pastoral, del cardenal Rouco, encontrará aquí una fuente inagotable. Nos encontramos en un momento de profundo cambio, de renovación significativa, de afianzamiento de los auténticos desarrollos postconciliares en muy diversos órdenes de la vida de la Iglesia. Se podría hablar ya de la superación de una etapa, incluso de una generación, marcada por una quizás inevitable desorientación de horizontes y perspectivas, más volcadas en una aceleración acrítica de la ciencia teológica, y de su inevitable vertiente pastoral, que en un desarrollo a partir de los presupuestos de genuina renovación eclesial en las fuentes.
No es menos cierto que, en estos días, las Facultades de Derecho Canónico en la Iglesia universal, y en la Iglesia en España, padecen una mutación relevante. Es hora, por tanto, de acercarse sin acitud y con espíritu del estudioso y del científico a quienes han sido maestros de un pensamiento teológico y canonístico que hizo posible el asentamiento y la consolidación de las bases de una auténtica renovación de la Iglesia desde sus corrientes más primigenias. La sola lectura de la introducción a este volumen, de la pluma del profesor Wienfried Aymans, Presidente del Instituto de Derecho Canónico de la Ludwig-Maximilians-Universität, de Munich, es harto significativa del currículo académico y docente del hoy cardenal Rouco Varela. El profesor Rouco fue uno de los alumnos más destacados de Klaus Mörsdorf, y el exponente español de su escuela canonística, entendida como una «disciplina teológica con método jurídico». No es menos relevante, para su posterior producción intelectual, su iniciada investigación sobre el pensamiento del erudito protestante Rudolph Sohm (1841-1917).
Este volumen recoge, en tres capítulos, cerca de una treintena de estudios, originariamente publicados en revistas especializadas, sobre los fundamentos teológicos del Derecho Canónico, sobre la dimensión eclesiológica de la normatividad del Derecho Canónico, y sobre la relación entre la Iglesia y el Estado. Diversas épocas, coyunturas sociales, políticas y eclesiales, trayectorias, inquietudes, diversas preguntas y respuestas.
Y, sin embargo, entre tanta diversidad de materias, destaca con luz propia el pórtico de este volumen, por primera vez esculpido en español. Es el texto de la conversación que el entonces profesor Rouco sostuvo con Eugenio Corecco, publicado en italiano en 1971 y en alemán en 1988. Un diálogo científico que ha pasado a convertirse en un texto clásico, referente, de la transmisión de las ideas constitutivas de la denominada Escuela de Munich. Sirva un sola cita, de la respuesta 32 del hoy cardenal Rouco, para darnos cuenta del alcance y la profundidad de este texto: «El mérito de Mörsdorf (y lo decisivo de su aportación a la teología del Derecho Canónico) consiste en haber visto que la Iglesia no se encarna -ni puede encarnar- de cualquier forma humana; sino como -y en cuanto- comunidad de Palabra y sacramento. Palabra que no es una palabra cualquiera, palabra desnudamente humana; sacramento que no es un mero símbolo religioso, pura realidad antropológica, sino una Palabra que es kerygma, palabra de Cristo, en la que ofrece -proclamándola- Su salvación; sacramento que es sacramento de Cristo en el que se participa -celebrándolo- su misterio pascual Palabra y sacramento, por tanto, que interpelan al hombre en lo más íntimo de su ser, urgiendo una respuestas en la que le va la salvación o frustración de su existencia».