Libertad en los asuntos temporales
Leí hace poco casualmente unas palabras de San Josemaría que me llevaron a reflexionar:
Libertad en lo temporal y también en la Iglesia, hijos míos. Soy muy anticlerical —con ese anticlericalismo sano, del que os hablo tantas veces— y quien tenga mi espíritu lo será también. Con demasiada frecuencia en los ambientes clericales —que no tienen el buen espíritu sacerdotal— se organizan monopolios con pretextos de unidad, se trata de cerrar a las almas en grupitos, se atenta a la libertad de las conciencias de los fieles —que deben buscar la dirección y la formación de sus almas donde lo juzguen más oportuno y con quien prefieran—, y se multiplican preceptos negativos innecesarios —ya sería mucho que se cumpliesen los mandamientos de Dios y de la Iglesia—, preceptos que ponen enfrente psicológicamente a quienes han de cumplirlos (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Carta 9-I-1959, n. 35).