Juan Bosch, Nuestras Iglesias hermanas.
ed. PPC, Madrid 2002, 143 pp.
Juan Pablo II, entre tantos méritos, tiene el de haber resaltado que en las relaciones con nuestros hermanos separados es más lo que nos une que lo que nos separa. Entre otras razones, puede ayudar al impulso ecuménico el mutuo esfuerzo por comprendernos.Lo cual nos debe llevar a todos -católicos, ortodoxos, protestantes y demás fieles cristianos- a conocernos mejor, pues difícilmente nos comprenderemos si no nos conocemos.
Este librito viene a llenar así un vacío, que es el de presentar a las demás confesiones cristianas. El autor lo hace con un sincero espíritu de comprender y dar a conocer. Ofrece sus principales características, así como un recorrido por su historia, su desarrollo y su situación actual. Se debe destacar el capítulo con que se abre la obra, dedicado a las raíces y razones de las divisiones. Y es que tampoco se debe olvidar el escándalo que significa la división entre los cristianos. Agradará especialmente esta obra a los interesados en ecumenismo y eclesiología, así como a los estudiosos del derecho canónico oriental. El diseño del formato lo hace especialmente fácil de leer, al ser muy manejable. Es imprescindible también para quienes deban escribir sobre las distintas confesiones cristianas, como periodistas o divulgadores en general.