La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional ha publicado su informe anual el 12 de mayo de 2004. La comisión se estableció en 1998 para supervisar la libertad religiosa y advertir al presidente, al secretario de estado y al congreso de la mejor forma de actuar para promoverla.
El momento en que ha sido publicado el informe de este año puede parecer desfavorable a algunos. En la estela de las revelaciones sobre abusos de prisioneros iraquíes por parte de soldados americanos, muchos han criticado la pretensión de Estados Unidos de presentarse a sí mismos como defensores de los derechos humanos. Pero la alternativa más obvia, las Naciones Unidas, también están bajo sospecha por sus inconsistencias.
Durante la reunión de este año de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por ejemplo, China, Rusia y Zimbabwe escaparon a cualquier censura. Y una nota de prensa de las Naciones Unidas anunciaba el 4 de mayo que, entre los países elegidos por el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas para formar parte de la Comisión de Derechos Humanos, estaba Sudán, un país considerado por observadores de organizaciones independientes responsable de las más graves violaciones de derechos.
Libertad religiosa en Afganistán e Irak
En el repaso de sus actividades durante el pasado año la comisión estadounidense explicó que una de las principales prioridades había sido asegurar que los gobiernos recientemente formados en Afganistán e Irak respetaran la libertad religiosa. La comisión defendió las nuevas constituciones en ambos países para proteger esta libertad. La comisión observó que sus esfuerzos han sido acertados en Irak, con la constitución interina que es «un documento que potencialmente puede ser un modelo para la región».
En Afganistán, sin embargo, «ha habido unos logros más limitados con respecto a la constitución». El informe comentaba que la constitución proporciona libertad a los grupos no musulmanes para el ejercicio de su fe. Pero carece de protecciones más explícitas para el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Una causa de inquietud es que la constitución afgana no protege plenamente a los individuos contra las acusaciones injustas de «crímenes» religiosos como la apostasía y la blasfemia. Además, la comisión estadounidense observaba que el Juez Jefe del Tribunal Supremo de Afganistán, Fazl Hadi Shinwari, «ha mostrado poco respeto por quienes discrepan con su interpretación de línea dura del Islam».
Seis países más de «particular preocupación»
Una de las tareas de la comisión es identificar aquellos gobiernos culpables de violaciones sistemáticas y graves de la libertad religiosa. En el mes de febrero los responsables recomendaron al Departamento de Estado de Estados Unidos que colocara a 11 países en la categoría de «países de especial preocupación». Las recomendaciones incluían a seis países no incluidos anteriormente: Eritrea, India, Pakistán, Arabia Saudí, Turkmenistán y Vietnam. Las otros cinco naciones –Birmania, China, Corea del Norte, Irán y Sudán– fueron ya señalados en informes anteriores.
La comisión estadounidense también afirmó que Egipto, Indonesia, Nigeria y Uzbekistán seguirían en una lista de países en observación en los que es preocupante el estado de la libertad religiosa por la violaciones cometidas o toleradas por sus gobiernos. Bielorrusia, Cuba y Georgia también se sumarían a esta lista, afirmaron los responsables. Explicando los añadidos a la lista de países culpables de graves violaciones, el informe apuntaba que el gobierno pakistaní continúa tratando de modo inadecuado la vigente violencia de los militantes sunníes contra los chiíes, ahmadis y cristianos. Y las políticas oficiales del gobierno dan como resultado otras violaciones de la libertad religiosa, incluyendo la prisión bajo las leyes anti-ahmadi y de blasfemia.
Entretanto, continúa en India la violencia contra los musulmanes y cristianos, y el gobierno todavía no ha afrontado de manera adecuada el asesinato de unos 2.000 musulmanes en el estado de Gujarat en 2002.
En Eritrea, el gobierno «está implicado en violaciones especialmente graves de la libertad de religión y creencia», afirmaba el informe de Estados Unidos. Los problemas se extienden del cierre de todas las iglesias, que no pertenezcan a las denominaciones religiosas reconocidas oficialmente, hasta los arrestos de participantes en reuniones de oración y otros encuentros.
Turkmenistán, afirmaba la comisión, «está entre los estados más represivos del mundo hoy en día y está implicado en violaciones particularmente graves de la libertad de pensamiento, conciencia, religión, o creencia». La situación se ha deteriorado más con una nueva ley que entró en vigor el pasado noviembre. Esta ley prohíbe prácticamente la mayoría de la actividad religiosa y pide penas de muerte para quienes sean hallados culpables de participar en «actividad religiosa ilegal». El informe también acusaba al presidente Saparmurat Niyazov de promover una versión del Islam controlada por el Estado y de volver imposible cualquier actividad religiosa.
En Vietnam, las ya deficientes condiciones de libertad religiosa se han deteriorado en los últimos 18 meses, afirmaban los responsables de la comisión. Los disidentes religiosos han sido acosados y detenidos, y el gobierno vietnamita ha continuado con sus medidas enérgicas en contra de las minorías de las provincias y zonas altas del noroeste, incluyendo palizas y la renuncia forzada de la fe.
El informe observaba que la libertad de religión «no está bien protegida en Oriente Medio o en países donde el Islam es la religión del Estado». Muchas constituciones de estos estados carecen de medidas que garanticen la libertad de la práctica religiosa, y los derechos que existen están expresados normalmente sólo en términos generales.
Las honrosas excepciones entre los países musulmanes
Sin embargo, la comisión apuntaba algunas excepciones. De Bangladesh, Pakistán y Malaysia -países donde el Islam es oficialmente la religión del Estado- se afirma que «tienen garantías constitucionales que se comparan favorablemente con las prácticas internacionales». Otros países con predominio musulmán como Albania, Azerbayán, Mali y Senegal tienen también garantías adecuadas.
El caso de Arabia Saudí
Arabia Saudí recibe una mención especial en el informe estadounidense. El informe 2003 recomendaba que el Congreso autorizase un estudio para determinar el papel jugado por el gobierno saudí y los miembros de la familia real en la propagación de una ideología religiosa que explícitamente promueve el odio y la violencia hacia los miembros de otros grupos religiosos. En consecuencia, varios miembros del congreso escribieron el pasado abril al interventor de la Oficina General de Cuentas de Estados Unidos, pidiendo que la agencia que pusiera en claro qué está haciendo el gobierno americano para identificar y supervisar las fuentes de financiación saudí a instituciones que preconizan la violencia y la intolerancia.
En términos de situación interna en Arabia Saudí, el informe observaba que las violaciones al derecho a la libertad religiosa incluyen tortura y trato cruel y degradante o castigo impuesto por las autoridades judiciales y administrativas; detención prolongada sin cargos y con frecuencia incomunicación; y evidentes negaciones del derecho a la libertad y seguridad de la persona.